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viernes, 19 de abril de 2013

“Primavera Árabe” de Samuel Aranda



Samuel Aranda, fotógrafo español nacido en 1979 en Santa Coloma de Gramanet, Barcelona, comenzó trabajando con 19 años para El País y El Periódico de Cataluña y después de un largo recorrido, actualmente trabaja para The New York Times.
En 2011 recibió el premio World Press Photo, el más importante certamen mundial de fotoperiodismo, por la foto que vamos a analizar a continuación titulada: Primavera Árabe.

En esta imagen se muestra a una madre cubierta con un niqab negro abrazando a su hijo herido por los francotiradores del ejército en las revueltas de Yemen, la mujer se llama Fátima y su hijo Said. En mi opinión “Primavera Árabe” transmite esperanza, de una madre que intenta dar consuelo a su hijo, sus manos parecen decirle que ya ha pasado lo peor, pero lo peor nunca pasa.
Comparada por muchos expertos con “La Piedad” de Miguel Ángel en versión moderna, dicha imagen fue tomada el 15 de octubre de 2011 en un hospital de campaña instalado en una mezquita de Saná, capital de Yemen.

Al empezar a analizar esta imagen lo primero que vemos es que se trata de un espacio real ya que la foto fue tomada sin que los propios protagonistas se dieran cuenta. El escenario es interior, la fotografía fue realizada en una mezquita y el espacio natural ya que existía previamente y no se habilitó un plato para realizar la imagen.

En lo referente a la puesta en escena nos fijamos en la iluminación que es contrastada y la luz natural, además hay claro oscuro que añade dramatismo. Los colores son cálidos pero la luz los enfría, el hijo tiene un color de piel violáceo.
El vestuario de los personajes es muy diferente ya que la mujer lleva un niqab negro que cubre todo su cuerpo, incluso la cara, y en las manos lleva unos guantes blancos. Por otra parte su hijo, al que abraza  intentando consolarlo, está prácticamente desnudo y hunde su cara en ella buscando refugio. El punto de interés en el guante blanco puede significar la pureza de la mujer.
A pesar de que prácticamente no se ven las caras de los protagonistas no se puede negar la enorme carga expresiva de la fotografía.

Existe poca profundidad focal ya que la zona enfocada ocupa prácticamente toda la foto.
A nivel general el tipo de plano según la escala es medio largo, aunque también podríamos decir que aparece un plano detalle de las manos. La madre se encuentra en un plano medio largo potenciando las manos que arropan a su hijo, el cual está en un plano medio corto potenciando el rostro de este y parte de su torso desnudo. El plano de la imagen respecto al ángulo es frontal aunque con un ligero ángulo picado. El formato utilizado es horizontal.

La sección aurea de esta imagen está enmarcada por la mano de la mujer, la cara del hombre y el cuerpo de la mujer. Las líneas forman un triángulo que enmarca a las dos figuras protagonistas que representan el centro de la foto y hay dos diagonales con los brazos.

Para finalizar me gustaría añadir que instantáneas como estas nos hacen ver un mundo distinto al nuestro, nos llevan de viaje por miradas que apuntan directas a nuestras conciencias. Lo habitual es sentirnos incómodos al ver que hay sitios donde por mucho que se abrace solo habita el desconsuelo, pero esto no debería entristecernos sino motivarnos a intentar cambiar lo que esté en nuestra mano y dejar el conformismo a un lado.

Aquí dejo un artículo sobre una entrevista a Samuel Aranda: 
"A veces es más fácil fotografiar conflictos que personas importantes en España"

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